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Historia de los Laberintos a lo largo del tiempo.
Laberinto de Chartres
1. El origen de los laberintos. Su simbología y usos
Casi todas las personas han resuelto alguna vez algún laberinto como distracción o lo han podido observar en obras de arte, pinturas, ... pero ¿sabemos realmente por qué surgieron? ¿Cuál fue el motivo por el que se empezaron a utilizar? O mejor, ¿conocemos todos los usos y simbolismos que han tenido desde la antigüedad? A continuación, veremos algunos ejemplos de estos significados.
El primer atisbo de laberinto apareció muy temprano. Data de la Edad de Bronce y pueden encontrarse algunos tallados en rocas en Pontevedra, así como también en Val Camonica, en Italia. En ocasiones, presenta un par de ojos dibujados en el centro como si de una cara se tratase.
Figura 1
Son muchos los laberintos hallados en cantos rodados y algunos en tumbas, pero los estudios que se conocen afirman que es difícil datarlos con exactitud.
Los laberintos, con sus caminos tortuosos, han simbolizado en muchas ocasiones, un reto que nos lleve hasta una meta. De ahí, que tuviesen un significado espiritual en muchas culturas. Así, para los cristianos, el laberinto mostraba el duro camino hasta Dios (véase el situado en el centro de la siguiente Fig. 1). Otros han sido usados en ceremonias, rituales y danzas, o para atrapar los malos espíritus. Se cree que en las enrevesadas calles de los laberintos deambulaban las almas de las personas fallecidas luchando por escaparse.
Algunos de ellos construidos en el campo servían para que los jóvenes compitieran entre ellos por alcanzar el centro, donde se hallaba una hermosa muchacha que los aceptaría. De estos laberintos construidos en la vegetación algunos de los más destacables se encuentran en Inglaterra.
Fig. 2: ejemplos de laberintos
En algunos pueblos y ciudades de la costa, como ocurre en Escandinavia, los pescadores recorrían los laberintos antes de salir a la mar para conseguir vientos favorables que garantizaran una buena pesca: pensaban que los malos vientos quedaban atrapados en el tortuoso interior del laberinto. Incluso, podemos encontrar referencias de cómo los pastores de Finlandia caminaban a través de los laberintos para protegerse de los malos espíritus, que los perseguían hasta el interior del mismo, pero que después eran incapaces de encontrar el camino de regreso al exterior.
Algunos laberintos han sido también hallados en la llanura de Nazca en Perú, en Brasil e incluso en México. Existen escritos sobre cómo los indios Hopi usaban los laberintos, a los que llamaban Tápu’at. Utilizaban dos versiones de ellos diferentes. En diferentes textos y en la propia red, pueden encontrarse bocetos de estos laberintos, como los que se muestran a continuación.
Se cuenta que el de la izquierda del lector simboliza al “Padre Sol” encargado de dar vida, y sus caminos representan la senda que se ha de seguir. En él podemos observar cuatro finales de líneas que encarnan los 4 puntos cardinales. Por su parte, el de la derecha representa a la “Madre Tierra” y son dos laberintos uno dentro del otro. Simboliza a la madre con su hijo en el interior del útero y en sus brazos tras el nacimiento.
2. Algunas leyendas y curiosidades sobre los laberintos
El significado místico y, en ocasiones de misterio de los laberintos, ha dado lugar a la aparición de una serie de leyendas en torno a ellos. Indicamos a continuación algunas de ellas, así como también algunas curiosidades que pueden encontrarse sobre estas extrañas Figuras.
Según una leyenda, en Knossos, ciudad de Creta en la que se encuentra el palacio del rey Minos, había un laberinto (el denominado Laberinto de Creta), que albergaba al legendario Minotauro. De acuerdo con la Mitología, el Minotauro era un monstruo, mitad humano mitad toro, hijo de Pasifae, esposa del rey Minos, que lo había tenido con un toro enviado por el dios Poseidón. A petición de Minos, el inventor Dédalo construyó este laberinto para encerrar al Minotauro. Más tarde, la enemistad de Dédalo con el rey haría que el segundo encerrase al primero en su propio laberinto, junto con su hijo Ícaro, aunque ambos consiguieron salir de él construyendo unas alas de cera y plumas. Más tarde, Teseo, hijo del rey Egeo, entró en el laberinto para matar al Minotauro, consiguiendo salir de él gracias a la ayuda de Ariadna, hija de Minos, quién le dio a Teseo un hilo (el conocido como hilo de Ariadna) con el que no perderse dentro del laberinto.
Otro de los laberintos de leyenda es el Laberinto de Rosamunda, uno de los más destacados que podemos encontrar en la arquitectura de Inglaterra. La leyenda narra que fue construido por el Rey Enrique II para esconder a su amante, llamada Rosamunda la Bella. Leonor de Aquitania, la mujer del Rey fue capaz de encontrar a Rosamunda en el centro del laberinto, usando la misma técnica del hilo de Ariadna, obligándola después a tomarse un veneno. Con el tiempo, son muchos los escritores que han utilizado esta leyenda como inspiración y muchos los escritos que pueden encontrarse al respecto.
El laberinto de setos más importante de los Estados Unidos fue construido por los harmonistas (miembros de una secta protestante alemana que se trasladaron a Harmony, Indiana, a principios del siglo XIX). Lo construyeron para intentar simbolizar “el serpentear de la serpiente del pecado” y la dificultad que presenta continuar en el camino de la verdad, el camino de la fe verdadera.
Ciñéndonos a España en el viejo mundo, tenemos modelos de laberintos construidos en determinados jardines, como por ejemplo en los dos siguientes lugares:
* El Parque del laberinto de Horta en Barcelona: es un jardín histórico en el distrito de Horta Guinardó de Barcelona, el más antiguo que se conserva en la ciudad. Ubicado en la antigua finca de la familia Desvalls, cerca de la sierra de Collserola, el parque incluye un jardín neoclásico del siglo XVIII y un jardín romántico del siglo XIX. En las siguientes imágenes podemos ver un plano del laberinto y una foto del jardín.
* El Laberinto del Jardín “El Capricho” en Madrid: este jardín es una de las joyas de los parques madrileños, ubicado en las afueras de la ciudad. Su fundadora fue la duquesa de Osuna y es un buen ejemplo de jardín románico español. En las siguientes imágenes podemos ver diferentes fotos del mismo.
Para terminar esta sección, y como curiosidades, mostramos a continuación algunos ejemplos de la utilización de los laberintos que se da hoy en día en algunas disciplinas, por ejemplo, en el campo de la psicología o en el diseño de ordenadores.
En el terreno de la psicología, los laberintos se han usado para estudiar el comportamiento de aprendizaje de los seres humanos y de los animales. Por ejemplo, a un gusano se le puede enseñar a recorrer el laberinto de un tenedor o a una hormiga a superar laberintos de hasta diez puntos de elección.
En cuanto al diseño de los ordenadores, los robots que manejan laberintos están programados para construir máquinas que aprovechan su experiencia. Uno de los más antiguos es Teseo, un robot creado por Claude E. Shannon para resolver laberintos, que se encuentra en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Este robot recorre el laberinto sistemáticamente, de forma que cuando llega a un cruce para el que el ser humano tendría que escoger al azar, el robot elige el pasillo más cercano a un lado. Cuando el robot encuentra el camino, lo memoriza y es capaz de volverlo a recorrer sin errores.
Veamos a continuación, algo más detalladamente, en la siguiente sección, qué tipos de laberintos son los actualmente conocidos e investigados.
3. Tipos de Laberintos
Mostramos a continuación una de las clasificaciones existentes sobre los laberintos. Esta clasificación atiende a la forma y estructura con la que los laberintos fueron construidos, mencionándose además algunos nombres de laberintos, que, por sus peculiaridades, pueden considerarse como variantes en esta clasificación.
Esta clasificación es la siguiente:
Fig. 7
* Laberinto cretense: Se trata de un laberinto del tipo univía, normalmente en forma de ovoide y con una estructura muy sencilla, cuyo nombre proviene de la famosa leyenda del laberinto del Minotauro de Creta, ya comentada.
El dibujo del supuesto laberinto podemos encontrarlo en algunas monedas de Knossos del siglo III a.C., como la que se muestra en las Figuras 7.
Fig. 8
* Laberinto romano: Es también un laberinto univía. En sus orígenes tenía una forma cuadrada que se dividía en cuatro cuadrantes en torno al centro y final del laberinto. Con el tiempo, evolucionaría hasta otro formado por círculos, pero con una estructura similar a la original, en las que las distintas formas enmarcaban el centro. Fig. 8.
Los romanos usaron y adaptaron el símbolo del laberinto, apareciendo en túnicas, aceras y multitud de pavimentos, pero éstos eran demasiado pequeños para ser recorridos a pie y sólo eran usados para ejercicios contemplativos.
* Laberinto barroco: Su estructura es mucho más compleja que la de los anteriores. Se trata de un laberinto de tipo maze, con caminos sin salidas y en el que sólo un camino pueda dar con el final o centro del laberinto.
* Laberinto manierista (o de Mannerist): Tiene estructura de árbol con bifurcaciones en forma de Y. Además, todos los caminos conducen a un punto, salvo uno, que conduce a la salida.
* Laberinto rizoma: Es el que presenta infinitas ramificaciones. Es más, todas las calles pueden estar conectadas entre sí porque cada calle puede conectarse con cualquier otra y no tiene centro ni periferia.
Fig. 9
* Laberinto Hampton Court: Este peculiar laberinto fue pensado para el palacio de Justicia de Hampton de Guillermo de Orange. Es un laberinto construido con setos (modelo de laberinto al que haremos referencia más tarde) y sin lugar a dudas, uno de los laberintos construidos con setos más importantes que pueden encontrarse en Inglaterra. Fig. 9.
Fig. 10
* Laberinto de Stolp: Este laberinto univía, construido en césped, lleva el nombre de una ciudad polaca. En ella, el gremio de zapateros lo recorría cada tres años en una celebración, danzando por el interior y por el exterior del mismo. Fig. 10.
* Laberintos medievales: Con un diseño complejo, estos laberintos presentan también un modelo univía y eran usados en los suelos de las catedrales. En la Edad Media los laberintos constituían un símbolo de la fe cristiana mostrando el camino hacia la eterna salvación.
Muchos de ellos podemos encontrarlos en pavimentos como los que se muestran a continuación:
Fig. 12
* Laberinto de Boughton Green: Este laberinto es característico por su interior, en el que se ha sustituido el centro por una espectacular espiral. Fue construido en Inglaterra, en concreto en Northamptonshire, donde se celebraba un mercado anual en el que los lugareños recorrían el laberinto. Aunque actualmente ya no existe, un boceto del mismo es el que se observa en la Fig. 12.
Fig. 13
* Laberinto de Altjessnitz: Se trata de un laberinto de setos construido en Altjessnitz, Alemania. Su tamaño, de unos 50 metros, lo convierte en el más grande de Alemania. En el centro tiene una zona elevada desde la que se puede ver todo el laberinto y posee unos 200 recorridos diferentes para llegar al centro. Fig. 13.
* Laberinto ruso o ciudad de Troya: Con este nombre se designa a los laberintos ingleses y galos hechos en césped. Eran llamados de esta manera probablemente por el denominado Juego de Troya, una danza romana en honor del Eneas el troyano, antepasado del emperador Augusto. El que se muestra en la Fig. se encuentra tallado en una piedra en Visby, Suecia. Fig. 14.
Fig. 14
* Laberinto de St. Quentin y Amiens: Estos dos laberintos presentan unas características muy similares. Ambos podemos encontrarlos en el pavimento de catedrales y simbolizan ese carácter espiritual de los caminos tortuosos.
* Laberintos modernos: En este tipo de laberintos todos los caminos están conectados y no poseen ciclos cerrados en su interior. Es un claro ejemplo de maze. Como ejemplo de uno de ellos, un jardín construido en 1913 en el interior del Alcázar de Sevilla. Fig. 16.
Extraído de: www.tispain.com