Alvarado, Cruzando uno de los puentes de la Ciudad de Tenochtitlan

Alvarado, Cruzando uno de los puentes de la Ciudad de Tenochtitlan

El Puente de Alvarado

Don Pedro de Alvarado fue uno de los conquistadores más esforzados, que apoyaron a Hernán Cortés en el dominio de la gran Tenochtitlán, y levantar sobre esta la capital de la Nueva España.

Este caballero además tenía fama de ser muy sanguinario, fuerte, decido y experto en dirigir tropas, aunque a veces se pasaba de diligente; esto lo prueba una matanza inútil, que fue la del Templo Mayor, hecha mientras Cortés se encontraba ausente y sin contar con su autorización. Al regresar este y enterarse de los sucedido le puso una buena reprimenda al insubordinado capitán; aunque no había mucho porque enojarse, pues lograron quitarle a los naturales una buena cantidad de oro.

Pero a pesar de todas las medidas y estrategias que tomaron los españoles, por fin les llegaría la famosa noche triste en junio de 1520, fecha en la que la historia nos cuenta que Hernán Cortés lloró bajo un árbol su derrota.

Los conquistadores huían de Tenochtitlán por la calzada que en aquel entonces unía aquella ciudad con el reino de Tlacopan, tributario y vecino de Azcapotzalco; esta calzada fue construida sobre el lago y estaba cortada en partes para que los aztecas caminaran sobre ellos  de día con unos grandes y sólidos puentes hechos de madera, que por las noches retiraban.

Los conquistadores prepararon una huida nocturna construyendo un puente similar, que irían colocando en las zanjas que cortaban la calzada; Sandoval, Olid, Velázquez de León, Garay, Bernal Díaz, Alvarado y Cortés transportaban con gran trabajo los fabulosos que tesoros robados a los aztecas, que ahora llevarían a su rey Carlos V, como piedras preciosas, joyas, lingotes de oro fundido de piezas de valor artístico incalculable.

Alvarado iba en la retaguardia porque era el lugar más peligroso durante una persecución. Era una noche lluviosa, como cualquiera típica del mes de junio, todo marchaba viento en popa, pero a veces el destino tiene cosas preparadas que nadie puede esperar e imaginarse; pues quiso la casualidad que una mujer saliera en ese momento con su cántaro para tomar un poco de agua de la última fuente que proveía de agua a la población, cuando en ese momento escuchó el derrumbe del puente construido por los españoles, causado por el cargamento tan pesado que llevaba a cuestas, eso sin contar los mismos fugitivos y los caballos.

Acto seguido, aquella mujer dio aviso a toda la comunidad y los vecinos salieron con sus armas para  perseguir a los conquistadores, para defender su tierra, propiedades y su vida; al poco tiempo llovían flechas y piedras por todos lados, volando como letales proyectiles los cuchillos de pedernal, la respuesta no se hizo esperar y fue con arcabuces, bayonetas, espadas y caballos sobre la población isleña. La matanza resulto cruda y terrible, muchos muertos fueron los que quedaron de ambos bandos.

Capitán Pedro de Alvarado

Capitán Pedro de Alvarado

Alvarado peleaba en la retaguardia, tratando de detener a los atacantes, pero al llegar al tablado que se encontraba donde hoy es la calle de Puente de Alvarado, cae muerta su yegua al mismo tiempo que se derrumba la estructura de madera; y ante tal situación en que Pedro se debatía entre la vida y la muerte, tomó su lanza y la apoyó muy lejos sobre piedras, tesoros perdidos, caballos y soldados muertos, y como todo un atleta olímpico salto hasta el otro lado de la calzada ¡lo que hace el instinto de supervivencia del ser humano!

Este súper salto que ejecutara el conquistador (que hoy conocemos como salto de garrocha) y que dice la leyenda, no ha podido ser superado en las competencias olímpicas mundiales.

Después de aquella terrible matanza, se continuó la retirada hasta Popotla, donde se cuenta que allí fue el lugar donde Cortés lloró, por los hombres perdidos esa noche y tal vez por los tesoros perdidos.

Reproducción de Cortés llorando por la perdida de un gran número de sus hombres y tesoros, recargado en un Ahuehuete conocido como el Árbol de la Noche Triste

Reproducción de Cortés llorando por la perdida de un gran número de sus hombres y tesoros, recargado en un Ahuehuete conocido como el Árbol de la Noche Triste

Comentarios recientes

25.11 | 00:55

Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura

16.11 | 05:32

Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.

28.10 | 14:04

Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.

Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.

23.10 | 15:49

Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.

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