Las prostitutas prehispánicas y el placer antes de La Conquista

Por: Carolina Romero

Como casi cualquier cosa que se encuentra al margen de nuestro tiempo, tenemos que hacer un rastreo de manera indirecta, acudiendo a las fuentes secundarias y sus interpretaciones. En el caso de la prostitución pre colonial, esta información no puede leerse de manera objetiva debido al filtro que supone la moral cristiana que eliminó parte de las fuentes primarias, interpretó de una manera determinada éstas prácticas y las legó del mismo modo.

Aunque la sexualidad entre los nahuas tenía como finalidad la procreación, el sexo antes del matrimonio era aceptado en las clases altas. Las concubinas, aunque no bien vistas del todo, eran admitidas, pero esta opción estaba reservada para las personas poderosas.

La gente común, sin embargo, recurrían a los servicios de las prostitutas. Diversos estudios apuntan a que los soldados eran un grupo que las frecuentaba especialmente, incluso los cronistas refieren que los acompañaban a las batallas.

Según apunta el ensayo “La prostitución entre los nahuas” de José Antonio Flores Farfán y Jan G.R. Elferink, “ciertas clases de sacerdotes que se especializaban en la explicación del calendario, podían saber si alguna joven se convertía en prostituta desde el momento mismo de su nacimiento” y agrega que “como lo hacían otros sectores o grupos sociales de la sociedad nahua, las prostitutas veneraban a su propia diosa: Xochiquétzal, la Venus nahua, como la calificó Sahagún”.

Fray Bernardino de Sahagún, uno de los cronistas más importantes de la colonia, describe la percepción que se tenía sobre ‘las mujeres públicas’: “La puta es mujer pública y tiene lo siguiente: que anda vendiendo su cuerpo, comienza desde moza y no lo deja siendo vieja, y anda como borracha y perdida, y es mujer galana y pulida, y con esto muy desvergonzada; y a cualquier hombre se da y le vende su cuerpo, por ser muy lujuriosa, sucia y sinvergüenza”.

Además, el Códice Florentino informa que estas mujeres también consumían hongos alucinógenos –teonanácatl– así como ser asiduas consumidoras de pulque. Otra descripción es que “se vende, se adorna, bebe y se embrutece, y se pinta la cara”.

Asimismo, refiere que son mujeres con un arreglo “excesivo”, se maquillan, se ven continuamente al espejo, llevan el cabello suelto y ríen con los hombres. En estos textos también se lee:

“Los afeites y colores son cosas que las malas mujeres y carnales lo usan, y las desvergonzadas que ya han perdido la vergüenza y aun el seso, y andan como locas y borrachas”.

Y refiriéndose al comportamiento de este tipo de mujeres, describe: “Andas llamando con los ojos, andas sonriendo a la gente, andas silbando a la gente, andas sonando las manos a la gente, andas llamando a la gente con las manos… Llamas a la gente con disimulo”.

Esto daba pie a ‘consejos’ sobre moralidad femenina impuesta, claro, por los hombres: “mira a todos con cara serena… de manera que ni lleves el semblante como enojada ni tampoco como risueña”. Esto no quedaba aquí, hasta la manera de andar debía tener sus normas “no andes con apresuramiento ni con demasiado espacio, porque es señal de pompa andar despacio, y el andar de prisa tiene resabio de desasosiego y poco asiento” Por si fuera poco, una mujer casada no podía mascar chicle en público.

Una investigación de Miriam López Hernández, titulada “Ahuanime: las seductoras del mundo nahua prehispánico”, sostiene la hipótesis de que estas mujeres podrían tener condiciones adversas de vida, por lo que se veían obligadas a realizar estas prácticas. Incluso que algunas podrían haber sido entregadas por su propia familia como tributo o podrían haber sido usadas como presas de guerra. Presuntamente “se castigaba con la muerte a la prostituta de origen noble”.

Acorde con la moral naciente de su religión, los españoles referían que las prostitutas “hechizaban” a los hombres para persuadirlos. Los sacerdotes advertían: “dan hechizo en la comida o en la bebida para provocar lujuria”.

Sin embargo, ambos estudios coinciden en que el papel de la prostitución pudo haber tenido un significado positivo en el mundo prehispánico, al ser una manera de procuración de bienestar, alegría y placer.

Esta lectura se sostiene a partir de la acepción de ‘ahuiani’, una manera de referirse a las mujeres que ejercían la prostitución como “aquella que da placer, felicidad”.

Según afirma López Hernández, “se plantea una posición ambivalente de esta sociedad ante dicho oficio. Por un lado, se vincula a las ‘ahuianime’ con la recreación, la alegría, la vida desenfadada considerando incluso su sexualidad exuberante como necesaria en el tiempo ritual; y por otro se las considera inhumanas, vanidosas e indecentes debido a que practican una vida sexual ilícita y tienen una apariencia y conducta seductoras”. Además, estas mujeres tenían un papel importante en las festividades.

Debido a que existen diversos calificativos para referirse al tipo de vida de estas mujeres, es difícil dar con una descripción precisa sobre lo que su papel significaba. Lo cierto es que, como en casi todas las culturas del mundo, este oficio se ha practicado desde tiempos milenarios y, aunque puedan existir detractores y castigos moralizadores, es un hecho que la prostitución existe porque hay quienes la consumen, sin embargo, el látigo moral sólo recae sobre las mujeres que lo efectúan y no sobre los varones que lo solicitan.

Si quieres saber más sobre los términos utilizados para este oficio prehispánico te puede interesar El diccionario de las primeras prostitutas en México, y si quieres saber más sobre el ejercicio de la sexualidad de esos tiempos, puedes consultar El ritual sagrado de la masturbación en las culturas prehispánicas.

Comentarios recientes

25.11 | 00:55

Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura

16.11 | 05:32

Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.

28.10 | 14:04

Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.

Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.

23.10 | 15:49

Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.

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