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El espionaje no fue en el pasado una profesión totalmente cedida al género masculino, si bien los hombres siempre llevaron la delantera en la actividad, también hubo mujeres que por talento y por la curiosidad que supieron despertar se convirtieron en célebres y pasaron a la inmortalidad.
Una de ellas es sin dudas la Mata Hari, una bailarina y actriz devenida en espía durante la Primera Guerra Mundial.
Margaretha Geertruida Zelle, tal era su nombre original, nació en los Países Bajos, el 7 de agosto del año 1876.
Al sufrir la temprana muerte de su madre, su padre, un sombrerero, se ocupó tiempo completo de la crianza y formación de su hija que ya desde pequeña dejaba notar su extraordinaria belleza.
A los 18 años se casa con un militar al que había conocido nada más que por cartas.
Siempre la había atraído el mundillo militar y esto fue determinante para aceptar la propuesta de casamiento.
La pareja tuvo dos hijos, pero uno de ellos falleció, aparentemente a causa del envenenamiento propinado por un empleado de la pareja.
Esta situación provocó un hondo dolor en la familia y fue el principio del fin ya que su marido se entregaría al alcohol.
Las constantes desapariciones de su marido serían las que iniciaron el contacto de Mata Hari con las técnicas sexuales orientales y las que, en definitiva, tiempo más tarde la erigirían en una cortesana muy afamada y requerida.
La vida licenciosa que comenzó a llevar hizo que perdiese la custodia de su única hija y entonces decidió regresar a Europa donde hizo trabajos de modelo, de stripper, de acompañante de lujo de políticos y militares de renombre de aquel tiempo y de espía que fueron los que de alguna manera la sentenciarían a muerte en aquellos álgidos tiempos de guerra que vivía Europa.
Lo ocurrido a partir de entonces sigue siendo dudoso. Al parecer, tales contactos llamaron la atención del Estado Mayor alemán, y en la primavera de 1916, el cónsul alemán en Holanda empezó a ofrecerle importantes sumas de dinero a cambio de información. Pero en verano de 1916, la bailarina aceptó asimismo convertirse en espía, al servicio de Francia, en la Bélgica ocupada por los alemanes. Convencidos de su condición de agente doble, los servicios de espionaje británicos alertaron a las autoridades francesas, que la sometieron a estrecha vigilancia; el 13 de febrero de 1917, Mata Hari fue detenida en París.
Tras un juicio sumarísimo en el que no llegaron a presentarse pruebas concluyentes, Mata Hari fue fusilada en la fortaleza parisina de Vincennes el 15 de octubre de 1917; antes de morir se despidió de los soldados del pelotón agitando la mano elegantemente.
La negativa del Estado francés a desclasificar la documentación de su proceso transcurridos los cincuenta años de su muerte dejaría sin esclarecer multitud de aspectos, y ha contribuido a mantener una aureola de misterio en torno a su figura; pero pese a su posible inocencia, que proclamó durante la causa, Mata Hari acabaría pasando a la cultura popular como prototipo de «femme fatale».
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.