Beatriz González.

La cuarta Beatriz de la lista, que no será la última, tuvo un papel esencial para las tropas de Cortés. Era una de las mejores enfermeras con las que contaban los españoles y sus aliados.


Se conocen pocos datos de Beatriz González, pues es desconocido su lugar de nacimiento, aunque se cree que al igual que su marido Benito de Cuenca, sean originarios de Jerez de la Frontera. Parten juntos hacia América, arribando a las tierras que serán Nueva España formando parte de las fuerzas de Pánfilo de Narváez que debían arrestar a Cortés. Sin embargo, al igual que el resto de esa fuerza (excepto Narváez, que fue el que finalmente fue arrestado), se pasa al bando de Cortés.


A partir de ese momento, el matrimonio participa en las acciones bélicas de Cortés, incluyendo la Noche Triste. Aunque donde Beatriz alcanza sus mayores reconocimientos es durante el asedio a Tenochtitlán.


La principal fuente de estos hechos es la Crónica de la Nueva España, del ya mencionado Francisco Cervantes de Salazar, que nos narra cómo curaban a los heridos utilizando aceite o grasa caliente.


Beatriz y su marido, por las acciones realizadas, reciben una encomienda a orillas del río Pánuco, en la que, tras unos reveses iniciales, finalmente prosperan, teniendo dos hijos.