Anthony Blunt

Anthony Blunt (Українець / CC BY-SA 4.0)

Anthony Blunt (Українець / CC BY-SA 4.0)

Anthony Blunt fue el quinto miembro de los cinco de Cambridge. Fue el Agrimensor de las Imágenes del Rey (y más tarde de la Reina), trabajando en la Colección Real de Arte. Esto le dio acceso privilegiado tanto a Jorge VI como a Isabel II.

También fue en un momento dado miembro del MI5 (servicio de inteligencia nacional británico), utilizando este papel para proporcionar a la KGB información secreta. También proporcionó a sus compañeros agentes importantes advertencias de situaciones que podrían ponerlos en peligro.

En 1964, el MI5 sospechó de la participación de Blunt en la filtración de información secreta a la URSS. El MI5 interrogó a Blunt, y confesó sus crímenes a cambio de protección contra el enjuiciamiento.

Sir Anthony Blunt y la Princesa Margarita, c1958. (Foto de Edward Miller/Keystone/Getty Images)

Sir Anthony Blunt y la Princesa Margarita, c1958. (Foto de Edward Miller/Keystone/Getty Images)

Nació en Bournemouth, Dorset, Inglaterra. Fue el tercero y último hijo del vicario Reverendo (Arthur) Stanley Vaughan Romo y su esposa, Hilda Violeta.

Anthony fue hermano del escritor Wilfrid Jasper Walter Blunt y del numismático Christopher Evelyn y sobrino nieto del poeta Wilfrid Scawen Blunt. Además, fue primo tercero de Elizabeth Bowes-Lyon, la difunta Reina madre.

Era innegable su ascendencia aristocrática.

El padre de Blunt fue asignado a la capilla de la embajada británica en París y por eso se trasladó con su familia a la capital francesa donde vivieron varios años durante la infancia de Blunt.

El joven Anthony aprendió el francés y vivió intensamente la cultura artística francesa, lo que estimuló un interés por las artes que duró toda su vida y formó la base para su posterior carrera.

De regreso a Londres, educado en el Marlborough College.

Luego obtuvo una beca en matemáticas en el Trinity College de Cambridge.

En aquel tiempo, a los becados en la Universidad de Cambridge le permitían saltar el primer grado de Bachiller y completar el segundo grado en dos años.

Sin embargo, no podían obtener un título en menos de tres años, por lo tanto, Blunt pasó cuatro años en el Trinity College y luego estudió Lenguas Modernas en Cambridge, graduándose finalmente con honores en 1930.

Fue profesor de francés en Cambridge y se convirtió en miembro del Trinity College en 1932.

Su tesis fue sobre historia del arte francés y viajó con frecuencia a Europa continental en relación con sus estudios. Blunt fue también curador de arte.

Blunt era conocido por ser homosexual, lo que en Gran Bretaña era una actividad criminal en aquellos tiempos.

Fue miembro de los Apóstoles de Cambridge, un grupo de discusión clandestino de 12 estudiantes de Cambridge, sobre todo de los colegios Trinity y Del Rey, considerados los centros adonde concurrían las mentes más brillantes de la Universidad.

Muchos eran homosexuales y marxistas en aquel momento.

Como tutor en Cambridge, Blunt visitó la Unión Soviética en 1933 y posiblemente fue reclutado en 1934.

Blunt dijo en una conferencia de prensa, que Guy Burgués lo reclutó como espía.

Cuatro de los Los cinco de Cambridge subieron al Trinity College de Cambridge; Donald Maclean subió al Trinity Hall (Chris Huang / CC BY-SA 2.0)

Cuatro de los Los cinco de Cambridge subieron al Trinity College de Cambridge; Donald Maclean subió al Trinity Hall (Chris Huang / CC BY-SA 2.0)

Muchas fuentes sugieren que Blunt permaneció en Cambridge y sirvió como descubridor de talentos. Él puede haber identificado a Guy Burgess, Donald Maclean, Kim Philby, y John Cairncross —todos estudiantes del Trinity College unos años menores que él— como potenciales espías para los soviéticos.

El crack de la bolsa de Nueva York en 1929 había dado al traste con la economía mundial y acabado también con el equilibrio político y social de Occidente.

En Europa y por tanto en Gran Bretaña, la sociedad está sufriendo una crisis económica brutal, y, agravados y potenciados por la crisis, unos procesos de cambio que los políticos no saben afrontar.

Los jóvenes con fuerte espíritu crítico y enemigos de esa sociedad gazmoña y débil, rígida en las costumbres e ineficaz en lo político para dar respuesta a todo lo que está pasando.

Están asistiendo al auge vertiginoso de los fascismos en Italia, en Alemania, en España… y sus gobiernos miran para otro lado sin resolverse a enfrentarlo. Sólo la Unión Soviética parece plantar cara a esta amenaza.

Estos jóvenes se indignan con sus políticos ineptos, incapaces de reaccionar ante el peligro, pero también con esas normas sociales, severas y trasnochadas, que tiranizan la vida sexual de los individuos con convencionalismos estúpidos.

Y parece que en este aspecto en el partido comunista de entonces también se goza de más libertades.

O al menos esa es su percepción cuando participan en Viena de unos encuentros con asociaciones comunistas. Este será otro punto a favor, no sólo para los homosexuales del grupo, asfixiados en una sociedad que considera delito su opción sexual, sino para todos ellos, absolutamente hostiles al envarado puritanismo inglés.

Por otro lado, la imagen que proyecta entonces la Rusia de Stalin, la única en ayudar a la República Española a luchar contra la agresión que está sufriendo, fortalece aún más su convencimiento de que allí y solo allí se está dando un movimiento activo en defensa de la democracia.

De hecho, más de uno vendrá a España como corresponsal de guerra, Blunt por ejemplo. Y Philby también, éste al parecer enviado por los rusos con la misión de asesinar a Franco, proyecto abandonado luego por Stalin, pero que a él le trajo a la guerra bajo el disfraz de cronista a favor del bando rebelde y, paradojas del destino, aquí fue distinguido con una medalla que el propio Franco le impuso.

Desde aquellos primeros años treinta en que se fueron enrolando como espías lo arriesgaron todo.

Al principio seguramente en total armonía con sus ideales, pero cuando, todavía en los años de la guerra, los líderes occidentales empezaron a mirar con desconfianza a su aliado soviético, y, sobre todo, cuando el estallido en la inmediata postguerra de la llamada guerra fría agravó aún más el significado de sus acciones, la presión de llevar una doble vida tuvo que resultar tremendamente insoportable y más conociendo la gravedad del castigo que sus actos podrían acarrearles, pero sin duda, quisieran o no, era ya tarde para volverse a atrás.

Anthony Blunt

Anthony Blunt

La culminación de su espionaje llegó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando transfirió información sobre los aviones de la Wehrmacht que el gobierno británico tuvo que mantener con sus aliados.

Su confesión, un secreto bien guardado durante muchos años, fue revelada públicamente por la primera ministra Margaret Thatcher en noviembre de 1979.

Poco tiempo después, fue despojado de su título de caballero. Blunt era profesor de Historia del Arte en la Universidad de Londres, director del Courtauld Institute of the Arts y examinador de las pinturas de la reina.

Falleció de un ataque al corazón en Londres cuando tenía 75 años de edad; el 26 de marzo de 1983.

Comentarios recientes

25.11 | 00:55

Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura

16.11 | 05:32

Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.

28.10 | 14:04

Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.

Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.

23.10 | 15:49

Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.

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