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La gran fama de Rocamadour a lo largo de los siglos tiene su origen en el santuario de la Virgen Negra. Por esta razón es que fue a lo largo de siglos un lugar de peregrinaje. Y es que en este punto de Francia han pasado todo tipo de personajes: desde reyes, obispos, nobles, predicadores, artistas.
Actualmente muchos peregrinos llegan siguiendo los senderos GR, y pasar por Rocamadour es una de las alternativas del Camino de Santiago, especialmente alternativo a la vía Podiense que empieza en Puy-en-Velay.
En este mapa, se puede ver la cantidad de senderos que confluyen en el pueblo como sitio de peregrinación, y es notable como vienen desde todas direcciones como un embudo:
Mucho de lo que hay que ver en Rocamadour son sobre todo edificios relacionados con el culto a la Virgen Negra. Iglesias, santuarios que están literalmente pegados al acantilado. El principal edificio del poblado es la iglesia de Notre Dame, ya que allí se encuentra la Virgen Negra.
La estatua es del siglo XII y adquiere su fama por su tez oscura. Pero más allá del significado religioso este edificio es un museo por sus paredes e inscripciones que dan cuenta de los peregrinos famosos que llegaron al lugar. En la cima del acantilado antiguamente se encontraba el castillo de edificación medieval. Subir hasta lo más alto es otro de los imperdibles a hacer en el pueblo. Sin embargo, hoy se puede ver un castillo del siglo XIX y la pared fortificada del siglo XIV, mientras que la iglesia y campanario es más reciente.
También se puede ver en Rocamadur la espada Durandal (o Durandarte) que fue la famosa espada de Roldán, el caballero franco que murió en la batalla de Roncesvalles el 15 de agosto del 788 a manos de los vascones.
Los relatos de aquella batalla y del posterior destino de la espada están plagados de historias míticas con poca o ninguna base histórica ni arqueológica. Como por ejemplo la del legendario héroe Bernardo del Carpio, según cuya leyenda habría sido quien acabó con la vida de Roldán y se llevó su espada.
Siempre según la leyenda, luego habría sido enterrado junto con la espada en una cueva cerca del monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo. De allí se la habría llevado Carlos I cuando visitó la tumba en julio de 1522. Hoy esa espada puede verse en la Real Armería de Madrid.
Como ésta existen múltiples leyendas acerca de la espada de Roldán, incluso una que la sitúa en el fondo del lago de Carucedo en El Bierzo. Pero la más curiosa de todas es la de la espada de Rocamadour.
Allí se ubica el medieval monasterio de Nuestra Señora y la iglesia de San Miguel.
Y es allí donde, incrustada en la roca del precipicio sobre los edificios del santuario, estuvo durante nueve siglos una espada, sujeta con una cadena. No estaba completa, sino que le falta un trozo. Los propios monjes, que identifican esta espada con la famosa Durandal, aseguran que fue el propio Roldán quien la incrustó allí, para que no cayese en manos de sus enemigos.
La conexión está en que fue precisamente de Rocamadour de donde Roldán partió con sus huestes para atravesar los Pirineos, pero evidentemente no pudo volver a dejarla allí porque murió en Roncesvalles, unos cientos de kilómetros más lejos. Lo más probable es que los monjes se inventasen la historia como medio de propaganda.
En cualquier caso, durante nueve siglos nadie se atrevió a discutirla y allí permaneció la misteriosa espada, que evidentemente no se sabe de dónde procede. En 2011 el ayuntamiento la retiró del precipicio por primera vez y la cedió al Museo Cluny de París para ser expuesta.
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.