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Las dictaduras en Latinoamérica tienen una característica recurrente: por lo general son dictaduras militares. Casi todos los dictadores de esta región fueron educados en la Escuela de las Américas.
Comenzando desde el sur nos encontramos a Argentina. Un hermoso país que ha tenido el mayor número de dictadores militares de Latinoamérica. Desde el primer golpe de Estado en 1930, hasta la última dictadura en 1983, los militares gobernaron 25 años, imponiendo 14 dictadores como presidentes.
El teniente general Jorge Rafael Videla, encabezó un golpe de Estado el 24 de marzo de 1976. Esta dictadura sustituyó a María Estela Martínez de Perón, -la viuda de Perón- de la presidencia. Con ello inició una Junta Militar que se llamaría Proceso de Reorganización Nacional.
El 29 de marzo 1976 Videla asumió la Presidencia de la Nación, que ocupó hasta 1981. Al cumplir el período presidencial de cinco años establecido por la Junta Militar, fue reemplazado por Roberto Eduardo Viola. Este fue el período más largo en el que un militar estuvo en el cargo de presidente de facto en Argentina.
Videla en sus primeras horas como Presidente de la Nación ordenó la quema masiva de libros “subversivos”. Entre los libros estaban obras de Gabriel García Márquez, poemas de Pablo Neruda, investigaciones de Osvaldo Bayer y también libros infantiles.
La razón de estas acciones sostuvo -con respecto a los cuentos destinados al público infantil- “que tenían una finalidad de adoctrinamiento, que resulta preparatoria para la tarea de captación ideológica del accionar subversivo”.
El Ministerio de Educación y Cultura creó la Operación Claridad, un plan hecho para perseguir opositores en toda el área de cultura. El plan ocasionó despidos en masa e inhabilitaciones para enseñar.
En 1977 se repartió en las escuelas un material gráfico dirigido a padres, titulado Cómo reconocer la infiltración marxista en las escuelas que explicaba todo acerca del cuidado con ciertos sistemas sutiles de adoctrinamiento:
“Léxico marxista para uso de los alumnos: (…) Así, aparecerán frecuentemente los vocablos diálogo, burguesía, proletariado, América Latina, explotación, cambio de estructuras, capitalismo.
Historia, Formación Cívica, Economía, Geografía y Catequesis en los colegios religiosos, suelen ser las materias elegidas para el adoctrinamiento subversivo. Algo similar ocurre con Castellano y Literatura, disciplinas de las que han sido erradicados los autores clásicos, para poner en su lugar a «novelistas latinoamericanos» o «literatura comprometida» en general.
Otro sistema sutil de adoctrinamiento es hacer que los alumnos comenten en clase recortes políticos, sociales o religiosos aparecidos en diarios y revistas, que nada tienen que ver con la escuela. Es fácil deducir cómo pueden ser manejadas las conclusiones (…)”.
“Se incinera esta documentación perniciosa que afecta al intelecto y a nuestra manera de ser cristiana —dice el comunicado oficial—, a fin de que no pueda seguir engañando a la juventud sobre nuestro más tradicional acervo espiritual: Dios, Patria y Hogar” – Comunicado oficial sobre la quema de libros ocurrido el 29 de abril de 1976.-
El decreto 538 publicado en mayo de 1978 estableció para profesores y maestros la lectura y comentario obligatorio del folleto Conozcamos a nuestros enemigos.
Años después, por el decreto 2038 (1980) se prohibió la utilización (en el ámbito escolar) de la Gran Enciclopedia del Saber, de la Editorial Salvat, porque incurría “en falseamiento de la verdad histórica (…) analizando uno de los períodos más importantes de la historia moderna, (…) bajo la metodología inspirada en el materialismo dialéctico”.
En el mismo decreto se prohibía el Diccionario Salvat.
En septiembre de 1980, un comunicado ministerial también prohibió el uso escolar de los textos de Antoine de Saint-Exupéry, entre otros.
Si hay algo que identificó la dictadura de Videla fueron los llamados “Vuelos de la Muerte”. Si bien existen pocos datos de la desaparición de los detenidos arrojados al mar desde aviones, este método lo utilizaron las Fuerzas Armadas durante el Proceso de Reorganización Nacional. Se estima que entre 5 mil y 6 mil personas fueron arrojadas al vacío hacia su muerte.
“Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, «con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles», según su autopsia.
En agosto de 1976 un vecino que buceaba en el lago San Roque de Córdoba descubrió un verdadero cementerio lacustre, quien luego acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia, y quien además escribió a los periódicos sobre el hallazgo, y que tampoco publicaron.
(…) capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7 (…)”.
Fragmento de la Carta abierta de un escritor a la Junta Militar de Rodolfo Walsh (24 de marzo de 1977).–
La dictadura de Videla buscaba dar una buena opinión en lo que a política exterior se refería. Así que, de manera cobarde, crearon una serie de centros donde se realizaban (de manera clandestina y secreta) interrogatorios, torturas y ejecuciones de todas aquellas personas consideradas “peligrosas” para el régimen.
Por este centro pasaron casi 5 mil detenidos-desaparecidos, y asesinaron a más del 90% de ellos (aproximadamente). La ejecución se anunciaba normalmente como un “traslado”; según narra Juan Forn en una de sus crónicas sobre su visita al museo ESMA:
“(…) los miércoles era el día de “traslados”: a los detenidos les hacían creer que los trasladados iban a otros centros o a “granjas de recuperación”; como bien sabemos hoy, los dormían con una inyección de “pentonaval”, (…) y ahí los subían a aviones y los tiraban al mar”.
Los diferentes métodos que utilizaban para ejecutar a los prisioneros eran: fusilamiento o incineración; pero, a la gran mayoría los asesinaron en los “Vuelos de la muerte”, práctica en los que arrojaban a personas al río de Plata desde gran altura para que el impacto los matara y el agua se llevara a los cuerpos.
“Cuenta uno de los sobrevivientes que, al verlo con la ropa tan rota, el Tigre Acosta hizo que le dieran ropa nueva y recibió la camisa y el pantalón de un compañero suyo que había sido “trasladado” el día anterior”.
Juan Forn
Ubicado al oeste de la ciudad de Buenos Aires. El centro tenía en la entrada un cartel que decía: “Bienvenido al Olimpo de los Dioses. Los Centuriones”, y solo funcionó durante seis meses. A pesar de esto, de los 700 detenidos que estaban ahí, solo 50 sobrevivieron.
Este centro de detención llegó a tener 5 mil detenidos, de los cuales solo 43 sobrevivieron.
Era un campo de concentración que principalmente usó el ejército, y tenía la más importante cantidad de tropas argentinas de esa época.
En la zona donde se encontraba el centro de detención estaba el Hospital Militar de Campo de Mayo. Ahí se hallaron pruebas de que se usó como lugar para atender los partos clandestinos de las prisioneras.
La Perla, lugar también llamado la Universidad, fue uno de los principales centros clandestinos de detención que se encontraban fuera de Buenos Aires.
Gustavo Contepomi cuenta en su libro Sobrevivientes de La Perla que: “En La Perla fusilaban a los prisioneros en los campos aledaños al centro. (…). Geuna contó: «Antes de descender del vehículo, eran maniatados. Luego se los bajaba y se les obligaba a arrodillarse delante del pozo y se los fusilaba. En los fusilamientos participaban oficiales de todas las unidades del Tercer Cuerpo, desde los subtenientes hasta los generales»”.
El número exacto de desaparecidos no se ha establecido; sin embargo, los organismos de derechos humanos estiman la cantidad en unos 30 mil; hasta 2007, la Subsecretaría de Derechos Humanos tenía registradas aproximadamente 15 mil víctimas.
La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) documentó 8,961 casos. Entre los desaparecidos se encuentran unos 500 niños aproximadamente, a los cuales adoptaron (secuestraron) ilegalmente luego de que nacieran en los CCD. Existe una organización denominada Abuelas de Plaza de Mayo que se ha dedicado a localizarlos, y ya ha encontrado a más de 100 nietos secuestrados por la dictadura.
Las víctimas mujeres de viarios centros de detención han dado sus testimonios sobre abusos sexuales como forma de tortura. A Adriana Arce la hicieron abortar sin anestesia, a las demás las amenazaban, las acosaban sexualmente, y/o las violaban. Graciela García, una de las sobrevivientes, dijo “El tema del abuso sexual, en el año 76 era lo habitual. Yo creo que no se salvó ninguna compañera, y lo que es peor, después las mataron”.
Bárbara Sutton en Voces de mujeres sobrevivientes de centros clandestinos de detención en Argentina, dice “(…) Nora Strejilevich (…) observa en su testimonio como sobreviviente que las técnicas represivas del régimen militar apuntaron a convertir a las personas cautivas en «nuda vida», meros cuerpos biológicos despojados de todo derecho y rastro de pertenencia social a un grupo humano.”
Luego de recuperar el gobierno democrático en 1983, llevaron a juicio a Videla, donde fue declarado culpable por el asesinato y la desaparición de miles de ciudadanos durante su dictadura.
Las sentencias fueron: cadena perpetua, inhabilitación absoluta, y destitución del grado militar (1985).
Solo cumplió cinco años de condena, ya que Carlos Menem, el presidente de ese entonces (1990), le dio un indulto; sin embargo, en 1998 regresó a prisión luego de que un juez sentenció que los motivos del secuestro-desaparición de menores durante la guerra sucia constituían un crimen de lesa humanidad. Pasó 38 días en la cárcel hasta que se le concedió arresto domiciliario por su edad.
Alemania solicitó su extradición en 2003, por el asesinato de la ciudadana alemana Elisabeth Kaesemann, ocurrido en Argentina en 1977, sin embargo, no se hallaron pruebas de un posible delito, por lo que la investigación fue sobreseída en 2005.
En los siguientes años, perdió el beneficio del arresto domiciliario, porque la gravedad de los hechos ocurridos durante su período presidencial era muy grave, por lo que no merecía ese beneficio. Fue trasladado a la cárcel en Campo de Mayo.
En 2010 se calificó como nulo el indulto otorgado a Videla por el expresidente Menem, por lo que debía cumplir con la cadena perpetua de la sentencia original.
El viernes 17 de mayo de 2013 lo encontraron sin pulso ni respiración en el penal de Marcos Paz, donde cumplía condena por sus crímenes.
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.