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Se cree que Ctesibio vivió hacia el siglo III a.C, en Alejandría. También se supone que Herón de Alejandría y Vitrubio fueron sus discípulos, aunque no está del todo aclarado. Ctesibio escribió un libro sobre sus inventos, y Vitruvio, quien lo poseía, dice que era hijo de un barbero.
En la tienda del padre de Ctesibio había colgado un espejo ajustable con un contrapeso que consistía en una bola de plomo que descendía dentro de un tubo; la bola comprimía el aire, que escapaba con un fuerte ruido. Esto le demostró que el aire es un cuerpo y lo llevó a la invención del cilindro y el émbolo. Desarrolló la ciencia de la neumática, ahora llamada hidráulica, probablemente en colaboración con Strato de Lampsacus, que vivió en Alejandría hasta el 288 a. C.
Ctesibius inventó una bomba de aire con válvulas y la conectó a un teclado e hileras de tuberías; este órgano se conoce como el órgano de agua porque el recipiente de aire era accionado por agua. También inventó una bomba de fuerza para el agua. Muchos de los juguetes descritos por Herón en su obra Neumática, se tomaron del libro de Ctesibius; no es posible saber cuántos, ya que el libro se ha perdido.
Otra invención de Ctesibio fue el reloj de agua, llamado clepsidra, un recipiente con un agujero en el fondo y un llenado permanente, lo que le daba un nivel constante y un flujo constante a través del agujero. Ctesibio perforó el agujero en oro para evitar el óxido o el verdín, o en una piedra preciosa para protegerlo contra el desgaste; el agua fluía en un recipiente cilíndrico y levantaba un flotador, que llevaba un indicador para marcar las horas. Equipó el flotador con un bastidor que hacía girar una rueda dentada e hizo que el reloj hiciera funcionar una serie de dispositivos: pájaros silbando, marionetas moviéndose, campanas sonando y cosas por el estilo. Un intento de regular el flujo para adaptarse a las horas locales fracasó, por lo que construyó el reloj paraestático, en el que el puntero, que se mueve a una velocidad constante, marca horas de diferente longitud en una red de líneas trazadas en un cilindro vertical, que se movía un poco cada día
Filón de Bizancio registra dos catapultas inventadas por Ctesibio, una accionada por aire comprimido y la otra por resortes de bronce; parece que no le han sobrevivido.
Ctesibio fue un inventor de primer orden; se le deben las bombas de fuerza para aire y agua y el órgano hidráulico con su teclado y filas de tuberías; su reloj de agua ha sido reemplazado por el reloj de péndulo, pero sus dispositivos aún sobreviven en el reloj de cucú.
A los griegos les gustaban mucho los relojes de agua egipcios, por ello los mejoraron para que no sólo marcaran el discurrir del tiempo, sino verdaderamente la hora. Ctesibio añadió una boya flotante con una estatuilla que, al subir de nivel, iba marcando la hora que era. Además, el torno donde estaban señaladas las horas se iba girando según el día y época del año, ya que, en verano, los días son más largos.
En vez del muñequito, también existía la opción de poner unas ruedas dentadas que giraran al subir el agua y conectadas a unas manecillas, lo que daba ya un aspecto de... ¡un reloj de aguja!
Para conseguir que se autorregulara el primer modelo y además girara automáticamente el torno una vuelta cada año, simplemente añadió un sifón y unas ruedas dentadas:
Cuando el flotador llegaba al punto más alto, que coincidía con la curva del sifón, el agua se escapaba por éste hacia una rueda inferior dividida en compartimentos. Debido al peso del agua, la rueda giraba, evacuando el agua y moviendo su eje central que estaba unido a una serie de ruedas dentadas que acababan girando el cilindro donde estaban anotadas las horas. De esta manera, calculando el número de dientes de cada ruedecilla, se conseguía que el torno volviera a su punto inicial cada 365 días.
Como verán, les encantaban los relojes y llegó a diseñar infinidad de ellos, algunos aprovechaban la fuerza del agua para mover figurillas, girar torres, que cayeran bolitas o sonaran trompetas. ¡Este tipo de relojes los usó Platón, pero con un silbato que despertaba a sus alumnos! De hecho, dicen que este filósofo llegó a construir un reloj con forma de pájaro mecánico que sonaba cuando subía la marea hacia el 250 a.C. (Ya sabemos a quién tenemos que agradecer el despertador…)
A Ctesibio también le gustaba la música, por esto perfeccionó y desarrolló el hydraulis, apoyándose en estudios egipcios, un órgano hidráulico.
Sobre la base del órgano había una cisterna metálica octogonal con un émbolo cilíndrico al lado. Apoyada encima, iba una caja de aire de la que salían los tubos y que tenía adosado un teclado.
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.