La homosexualidad en el mundo prehispánico

Por: Ana Paula de la Torre Diaz

Imagen: Códice Borbónico/Qutzalcóatl y Tezclatlipoca, ambos con aspectos masculinos y femeninos al tiempo.

Imagen: Códice Borbónico/Qutzalcóatl y Tezclatlipoca, ambos con aspectos masculinos y femeninos al tiempo.

En diversos grupos étnicos eran aceptadas formas distintas de sexualidad; la homosexualidad fue aceptada por los mayas, y un poco menos por los mexicas.

Parece que, en Occidente, luego de la influencia católica que permeó durante siglos el significado de la sexualidad, apenas vamos comprendiendo la diversidad sexual más allá de la dualidad hombre-mujer.

En las culturas mesoamericanas, sin embargo, la diversidad sexual era más aceptada. Como ejemplo tenemos la existencia de la palabra nahua, xochihua, que significa literalmente "el que porta la flor", y según la versión de Fray Bernardino de Sahagún "el xochihua se vestía como mujer, hablaba como mujer, corrompía, confundía y engañaba a las personas y poseía la flor". Es decir, era una especie de travesti.

No es extraño que fuese aceptada la existencia de algo así como sexos alternativos. Según describe Guilhem Olivier en su texto Entre el "pecado nefando" y la integración, La Homosexualidad en el México antiguo, para Arqueología Mexicana:

Uno de los primeros testimonios sobre hombres vestidos como mujeres se debe a Alvar Núñez Cabeza de Vaca, quien describe en la región de Texas "hombres casados con otros, y estos son unos hombres amariconados, imponentes, y andan tapados como mujeres y hacen oficios de mujeres". Asimismo, entre los indios de Sonora los españoles encontraron jóvenes ataviados como mujeres.

También:

Vimos que durante una fiesta religiosa en Tlaxcala intervenían hombres vestidos como mujeres. En contextos rituales, eran los sacerdotes los que podían representar a diosas y vestirse como ellas.

Al hablar sobre homosexualidad en el México prehispánico, tenemos vestigios arqueológicos que prueban su presencia y aceptación en algunas culturas, como en el caso de la maya. Sin embargo, en las relaciones que hicieron algunos frailes y que son de los pocos vestigios que tenemos sobre la vida cultural mesoamericana, se entrevé una aversión moral, la cual, por su puesto permea la "veracidad” u objetividad en estas fuentes.

Entre las cartas de que Hernán Cortés envió al rey Carlos V de España, informó lo siguiente:

"¿a un allende de lo que hemos hecho relación a Vuestras Majestades de los niños y hombres y mujeres que matan y ofrecen en sus sacrificios, hemos sabido y sido informados de cierto que todos son sodomitas y usan aquel abominable pecado". Sin embargo, ¿no pudo generalizar esta versión con el fin justificar aún más la presencia evangelizadora en estas tierras?

El testimonio de Sahagún al respecto difiere, ya que en los escritos de parte de sus informantes nahuas se denota que, lejos de lo que dice Cortés, estas prácticas sí eran penadas duramente: "Se hace pasar por mujer. Merece ser quemado, merece ser puesto en el fuego".

Por lo anterior, las fuentes españolas parecen no resultar tan fiables para entender la relación con la homosexualidad en el mundo mesoamericano.

En el artículo de Arqueología Mexicana La sexualidad entre los mayas, se da cuenta de la relación de los mayas con la homosexualidad, la cual, en algunos contextos rituales, de clases, y en lugares específicos, como cuevas, era común y aceptada, y, de hecho, parte de la vida social en que un joven era iniciado como hombre:

En la cueva Naj Tunich, Guatemala, se plasmaron escenas de placer explícito del siglo final del Clásico Tardío (…)  Hay evidencia de homosexualidad entre distintos grupos de edad durante el periodo prehispánico, que acaso ocurría en lugares específicos. Estos lugares probablemente proporcionaban un ámbito para la libertad sexual, la experimentación y los encuentros entre hombres jóvenes y mayores.

La feminidad y masculinidad en los dioses

Parte de la aceptación de la diversidad sexual quizá resultaba de su concepción dual de la divinidad. Y cabe recalcar que también se tenía un concepto para la homosexualidad femenina: existía la palabra patlachuia o patlache, documentada por Fray Alonso de Molina, autor del diccionario Vocabulario en lengua castellana y mexicana y mexicana y castellana, y según su definición significa "mujer inmunda, mujer con pene, poseedor de un pene erecto, la que está con una mujer, procura mujeres jóvenes, la que se ve como hombre, la que lo hace con otra mujer".

Entre los dioses mexicas a los que se les atribuía cualidades de ambos sexos están Centéotl (dios del maíz) al que en la fiesta Uey Tozoztli, se le representaba vestido de mujer, aunque con peinado de hombre. O bien, Metetotl y Mayahuel (deidades del maguey) en sus versiones masculina y femenina. Y no puede faltar, desde luego, la gran dualidad del panteón mexica Ometéotl, la cual tiene su versión femenina Omecíhuatl, ambos, señor y señora de la dualidad.

Conclusiones

Si bien las versiones de los conquistadores pudieron desvirtuar el significado de la sexualidad entre personas del mismo sexo en Mesoamérica, se sabe que existió cierta aceptación. En el caso de los mexicas se cree que se le tenía más castigado, y en el de los mayas más aceptado. Sin embargo, la presencia de transexuales se tomó con naturalidad, y de ello aún tenemos testimonio actual con la presencia vigente de los muxes, en Juchitán, Oaxaca, que significa mujer, "aquel que se vive y se sabe mujer".

Comentarios recientes

25.11 | 00:55

Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura

16.11 | 05:32

Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.

28.10 | 14:04

Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.

Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.

23.10 | 15:49

Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.

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