A Relax Place
Cuentan los indios Hopi de Arizona, EE.UU., que los Kachina —antiguos espíritus mediadores entre los dioses y los hombres— surcaban el cielo en extraordinarios “escudos volantes” a los que ellos llaman paatuwvota en lengua nativa. Y según los describen en varias de sus leyendas, estos singulares objetos voladores eran de forma circular, como el escudo de un guerrero, y emitían “un sonido estruendoso (y) un ruido sibilante como el del viento que pasa por un lugar estrecho…”. En uno de sus tantos dibujos rupestres, los Hopi representan a un personaje sentado en uno de esos “escudos voladores”, dando cabal idea de su aspecto relativamente pequeño y maniobrable.
Ahora bien, si acaso tales “escudos voladores” señalados por los Hopi podrían inducir por sí mismos —en el marco de la hipótesis del Antiguo Astronauta— a pensar de inmediato en concretos artefactos voladores de alguna clase, resultará más interesante todavía encontrar referencias semejantes en otros tiempos y lugares…
Así pues, llama la atención que en su “Liber Prodigiorum” (Libro de los Prodigios), una suerte de compendio de fenómenos acaecidos entre los años 737 y 9 a.C., el historiador romano Lulius Obsequens haya dejado constancia de la aparición en el cielo de artefactos que él también, al igual que los hopi, describe como “escudos”. Leemos en la obra citada:
Asimismo, estos singulares “escudos voladores” fueron mencionados por el arqueólogo Chi-Pen-lao, de la Universidad de Pekín, al referirse a una enigmática pintura rupestre descubierta por él en China, en 1961.
En efecto, encontrado entre muchos dibujos en una galería subterránea debajo del lago Dongting, en la provincia de Hunan, uno en particular representa una rara escena de caza que muestra animales huyendo en una misma dirección perseguidos por hombres armados con lanzas, y por encima de todos ellos aparecen dos extraños personajes, con aureolas en sus cabezas y portando armas desconocidas, suspendidos en el aire y sentados sobre pequeños objetos circulares, semejantes a esos “escudos volantes” de los Kachina…
Comparativamente hablando, estas semejanzas no pueden menos que despertarnos la curiosidad sobre lo que unos y otros vieron alguna vez… y a su manera describieron como pudieron. Y en tal sentido, por su manifiesta similitud con tales “escudos que vuelan”, no podemos en modo alguno pasar por alto una muy interesante estatuilla hallada en Veracruz, México, y exhibida actualmente en el DeYoung Museum de San Francisco, California (EE.UU.), que muestra a un raro ser sentado en una especie de pequeño disco volador…
Va de suyo que a estas alturas ya notamos todos claramente el gran parecido que hay a simple vista entre los antiguos artefactos referidos hasta ahora, pero una muy buena idea de qué podrían ser en verdad nos la proporciona un sofisticado vehículo volador diseñado recientemente por la empresa estadounidense Aerofex, que se propone, según afirma su eslogan, “cambiar la forma en que la gente percibe y utiliza el vuelo”.
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.