A Relax Place
¿Alguna vez se preguntaron cual es el pájaro Puhuy de la canción de Guty Cárdenas en su canción de caminante del mayab?, pues he aqui su leyenda según la mitología maya.
Caminando al anochecer por los senderos de Centroamérica no es raro encontrar un pájaro que se posará justo donde usted iría pasar en unos segundos, y cuando te ve acercarse, grita “¡puhuy!” y vuela un poco más adelante del camino. Ese pájaro repetirá ese juego muchas veces como si quisiera indicar el camino al caminante.
Si se observa con atención a la luz de la luna el pájaro Puhuy – él se llama como su grito –se notará su plumaje extraño y multicolor. Ese plumaje tiene su origen misterioso hace mucho tiempo, cuando todas las aves vivían juntas bajo el Gran Señor Zamná.
Como los pájaros discutían siempre estridentemente, el Gran Señor Zamná decidió que sería una buena idea elegir uno de ellos porque pudiera poner orden. ¡Claro, cada ave quería ese papel, para comandar y ordenar a los otros! El búho lo reclamaba por su sabiduría, el pavo montés por su fuerza, la chachalaca por su voz clara, el zopilote porque volando muy alto podría vigilar sobre todos…
El pavo Real meditaba sombrío. Él tenía buen cuerpo y buena voz, pero – en ese tiempo – un plumaje sin calidad. El pavo, por ser elegido, decidió hacer un trato con su amigo el vistoso pájaro Puhuy. Por el contrario, en ese tiempo el pájaro Puhuy tenía un plumaje muy rico con colores fuertes y brillantes. El pavo le propuse un cambio: el pájaro Puhuy le daba su plumaje para ayudarlo en la elección y en cambio el pavo lo nombraría su primer consejero. El pájaro Puhuy, también ambicioso pero consciente de no tener ninguna oportunidad de ser elegido él mismo, aceptó y dio todo su plumaje al pavo. Gracias a su nuevo plumaje, el pavo, ahora una magnifica ave fuerte y hermosa, no encontró ninguna resistencia a ser elegido jefe de los pájaros.
El pájaro Puhuy, desnudo de su plumaje, se escondía avergonzado en el bosque esperando a que su amigo se recordase de él y lo pusiera a su lado como consejero; el pavo, pero, estaba tan ocupado en jactarse de su nuevo papel y en pavonearse de cuan hermoso, inteligente, sabio era… que pronto olvidó el débito con su amigo. Cuando en definitiva el pájaro Puhuy se dio cuenta que el pavo no habría venido honorar su compromiso, él decidió tomar las cosas por su mano.
De ese día, cada vez que otro pájaro pasaba por el bosque, él le pedía una o dos de sus plumas y les ponía sobre su cuerpo desnudo. Después de un rato él ya tenía un nuevo plumaje ¡aunque no tan bien surtido! Y después de haberse entrenado un rato más él, gracias a sus nuevas plumas, ¡pudo incluso volar! Y voló, y voló… rápido y directo – pero de noche, ¡porque todavía tenía vergüenza! – al Gran Señor Zamná y le contó todo lo que había pasado.
El Gran Señor Zamná lo escuchó con paciencia y se dio cuenta de que la elección de un jefe de las aves fue un error. Para castigar el pavo Real por su arrogancia no solamente lo expulsó de su papel de jefe, un papel que fue por siempre eliminado, si no también le cambió la voz en una voz ronca y sin gracia. Demás, el Gran Señor Zamná permitió al pájaro Puhuy mantener su nuevo plumaje para recompensarlo, pero también para recordarle de su estupidez.
Y hasta nuestros días el pájaro Puhuy solo vuela de noche porqué todavía tiene vergüenza de su plumaje en préstamo y de cómo se hizo engañar por el pavo…
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.