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Babilonia llegó a su máximo esplendor bajo el mando de Hammurabi, que reinó entre los años 1792 y 1750 a.C. Los eventos ocurridos durante entre estas décadas nos son conocidos gracias a las muy bien preservadas tablillas de arcilla que se encontraron. Se han descubierto tanto archivos como correspondencia entre el conquistador y sus funcionarios. Gracias a esos textos el mundo moderno se ha podido formar una idea muy cercana de lo que era la personalidad de Hammurabi: un líder prudente y astuto, un administrador cuidadoso, un conocedor de las leyes y sobretodo un hombre listo para atacar a su enemigo en el momento más oportuno.
En la historia del Oriente el nombre de Hammurabi siempre quedará ligado a su famoso código de leyes, que para nosotros es un inagotable pozo de conocimientos sobre la vida económica, social y cultural de la Mesopotamia del segundo milenio.
Fue gracias a un feliz suceso que el arqueólogo francés Jacques de Morgan descubrió en el año 1901, en las excavaciones de la ciudad Susa, una gran columna de basalto negro, sobre la cual se encontraban grabadas las leyes de Hammurabi. Los históricos suponen que hubo varias copias idénticas que se esparcieron por todas las ciudades importantes para que las leyes fuesen conocidas por todos.
En el frontón de la gran columna aparece representado en relieve Hammurabi, vistiendo ropas largas y cubriéndose la cara en signo de adoración ante el gran dios solar Samas, el patrón de la justicia. El dios le extiende un papiro que contiene las leyes que el déspota recibe como regalo divino.
La superficie de la columna contiene 282 artículos de leyes. Del ejemplar descubierto hubo 35 leyes destruidas por orden de un rey elamita, ya que eran de carácter insultativo hacia su pueblo. Pudieron, sin embargo, ser reconstruidas gracias a los archivos administrativos que se han encontrado.
El código se compone de tres partes. La introducción justifica la razón de la creación del código: proteger a los débiles de la opresión de los fuertes, misión que los dioses le han entregado al rey con el fin de establecer orden y de hacer justicia.
La segunda y más importante parte, el código en sí, enumera los artículos de procedimiento jurídico y de derecho penal. Los artículos garantizan el derecho de la posesión de tierras y el castigo ante el robo de niños, esclavos o el robo en general. También se clarifica legalmente el comercio, la arrienda, la usura, la libertad y la esclavitud, el maltrato, el derecho familiar y la responsabilidad de los constructores.
La parte final del texto nos ofrece un sinfín de autoelogios hacia el rey como benefactor. También en ella se les pide bendición a los dioses para los siguientes reyes y se maldice a cualquiera que modificar o no respetar sus leyes.
Por otra parte, la población estaba dividida en tres categorías: Los hombres libres y ricos “awilum”, los esclavos y una clase intermedia libre llamada “muskenum”.
La esclavitud estaba bastante desarrollada y el código de Hammurabi le reservó 12 artículos especiales. Mediante éstos y otros descubrimientos se ha podido sacar la conclusión de que la esclavitud en Babilonia en del tipo “casera” y no clásica, como la ha sido en Grecia o en Roma. La fuente principal de esclavos eran los prisioneros, aunque también había casos de hombres que acababan perdiendo su libertad a causa de la acumulación de deudas.
Frente a las antiguas normas jurídicas utilizadas en el Oriente por otros pueblos, el código de Hammurabi contenía varios elementos bastante progresistas. Incluso el papel interpretado por los dioses es bastante limitado en el campo económico y en el judicial.
El código es uno de los más antiguos y más monumentales textos jurídicos sistematizados de Oriente. Tiene un carácter burocrático frente al cual el rey gobierna mediante un complicado sistema administrativo y el ejército, asegurando una estricta centralización del poder. El código será fundamental para los otros estados de Oriente a la hora de crear su propia legislación.
Un detalle interesante debido a mi profesión que indica que Hammurabi, de alguna manera redactó el primer Reglamento de Construcción del mundo de hace unos 4,000 años de antigüedad en especial, increíblemente toca profesiones como las de constructor y he aquí un extracto de este código en lo referente a esta antigua profesión
Si un albañil hace una casa a un hombre y la termina, le dará, por cada sar construido, 2 siclos de plata de honorario.
Si un constructor hace una casa a un hombre y no consolida bien su obra y la casa que acaba de hacer se derrumba y mata al dueño de la casa, ese constructor será ejecutado.
Si muere un hijo del dueño de la casa, que ejecuten a un hijo de ese constructor.
Si muere un esclavo del dueño de la casa, le darán al dueño de la casa esclavo por esclavo.
Si destruye bienes de la propiedad, que restituya todo lo destruido y, por no haber consolidado bien la casa que hizo y haberse derrumbado, que a su costa rehaga la casa derrumbada.
Si un constructor hace una casa a un hombre y no hace su trabajo según el proyecto y una pared se comba, ese constructor consolidará bien esa pared con su dinero.
Código de Hammurabi
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.