A Relax Place
Antes de llegar al castillo de Puilaurens, habremos recorrido un camino del jardín botánico, que se extiende antes de llegar a Puilaurens, perfectamente rotulado, para poder identificar cada grupo de plantas y arbustos.
Una vez traspasada la puerta de entrada sur bajo su barbacana, estaremos ante la recepción del castillo de Puilaurens, donde están a nuestra disposición, unos paneles detallados de todas las estancias del castillo cátaro.
El castillo de Puilaurens se alza a unos 700 metros sobre el nivel del mar, formando una red de vigilancia, organizada por los cátaros, las llamadas hijas de Carcasona, como el castillo de Aguilar, Peyrepertuse, Quéribus, y Villerouge-Termenés, controlando toda invasión que pudiera venir de la Corona de Aragón contra los cátaros, y que el Tratado de los Pirineos, se transformaron todos ellos, junto con el castillo de Puilaurens, en prescindibles como castillos cátaros fronterizos.
El castillo de Puilaurens, como la mayoría de los castillos cátaros, fue construido sobre la cresta de la montaña, alrededor de un primitivo torreón de origen romano, construyéndose dos murallas gemelas, la primera muralla de Puilaurens alrededor de un amplio patio, la segunda muralla con la torreón cuadrangular y su torre del homenaje del siglo X, posteriormente en el transcurso de los siglos XIII y XVII, se fueron añadiendo defensas secundarias, utilizando el castillo de Puilaurens mas modernamente como prisión.
El castillo de Puilauren, contiene cuatro torres redondas, con un característico dentado de sus almenas, en su lado norte se sitúan varias poternas, su torreón más saliente de la segunda muralla es llamado de la Dama Blanca, puesto que existe una leyenda de este personaje sobrina de Philippe de Bel, la cual Dama Blanca, se pasea en las noches de luna por todo el camino de ronda de las murallas, ondeando sus vaporosos velos al viento, por si algún visitante quisiera presenciar las escapadas de esta señora.
El castillo de Puilaurens, se encuentra en medio de un circo de montañas, las vistas que pueden disfrutar los viajeros, son inigualables, como pocas en la ruta de los cátaros, sobre la Vall de la Santa Creu, y la montaña del Canigó.
También y al pie mismo del castillo de Puilaurens, se encuentra el pueblo de Lapradelle, rodeado de pinos, su iglesia de San Laurent del siglo XII y XVII, al mismo tiempo que un antiguo bosque real de “Fanges” con 1800 hectáreas de extensión, que se pueden recorrer en varios circuitos a pie.
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.