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Entre los temas más fascinantes de la cultura occidental, pocos han permanecido frente al paso del tiempo, o inspirado una bibliografía tan sólida, como las brujas.
Si bien la palabra “bruja” se registra (en inglés arcaico) por primera vez en textos europeos de finales del siglo XIV, el concepto como tal tiene antecedentes mucho más anteriores y, de distintas maneras, esparcidos por todo el mundo.
Los relatos sobre mujeres que practican magia o hechicería son tan antiguos como la historia misma, y continúan creándose hoy en día.
Desde la biblia y la mitología griega hasta Shakespeare; desde los textos inquisitoriales hasta la ciencia ficción moderna.
Siempre ha existido una enorme variedad de historias de brujas, pero en todas podemos encontrar rasgos en común: éstas son mujeres cuya encarnación de la feminidad de alguna manera sobrepasa o desafía los límites aceptados por la sociedad: ellas son demasiado poderosas, demasiado viejas, sabias, sexualmente agresivas, vanidosas, independientes, demasiado deseables.
En torno al tan popular Día de brujas, dedicamos este Librero a algunos de los textos y las figuras más influyentes de las letras —que curiosamente han sido escritos mayormente por hombres— para observar a grandes rasgos la evolución de estas brujas que hoy observamos tan tranquila y divertidamente en disfraces, populares novelas, cine o televisión, pero que un día fueron objeto de condenación, persecución o masacres.
Nos enfocamos en esas brujas hechas de letras, mujeres que han inspirado en la literatura occidental (porque los imaginarios prehispánicos, asiáticos o africanos también son enormes y complejos, pero serían tema aparte) tanto terror como ensoñación.
Esta bruja mitológica fue descrita en el siglo VIII a.C. por el poeta Homero en su Odisea.
Circe, era una mujer poderosa con amplios conocimientos tanto de magia como de medicina y herbolaria.
Su poder era tal, que podía convertir a sus enemigos en animales. En su viaje, Ulises arribó a la isla de Erea donde se encontraba el gran palacio de piedra de Circe.
Ella, enamorada del héroe, falló en convertirlo en animal y frenar su viaje, así que después de retenerlo un año sin verse correspondida, le ayudó a tomar una mejor ruta con destino a Ítaca.
En el relato de Circe, encontramos un ejemplo temprano de cómo se muestra a la mujer-bruja tratando de aprovecharse con sus poderes del inocente hombre; además de una lectura clara de que la magia femenina de la cual huyen los hombres es la del enamoramiento, que les hace perder su libertad.
En el Malleus Maleficarum o El martillo de las brujas, no encontraremos personajes específicos, pero sí un tratado detallado de las supuestas prácticas que caracterizaban a quienes hacían brujería.
Publicado por primera vez en 1486, podría decirse que fue un best seller mundial instantáneo, un éxito de ventas para su época porque fue el más reeditado, alcanzando su máxima difusión en los siglos XVI y XVII como un texto clave durante los juicios contra aquellos acusados de herejía y brujería —por supuesto, sobre todo mujeres—.
Como documento histórico, el Malleus Maleficarum evidencia el modus vivendi de una sociedad crédula de sucesos que hoy nos parecen absurdos, pero también nos obliga a verlo como un referente cultural que forjó la identidad de la sociedad en que vivimos actualmente.
En relatos antiguos como el de Circe, las brujas ya eran mostradas como poderosas, peligrosas, impredecibles y poco confiables.
Quizá esto preparó el camino para futuras representaciones, como la figura canónica en torno a la brujería que es la de las Hermanas Wayward o las Hermanas Fatídicas en Macbeth (1623) de Shakespeare; tres matriarcas que iniciaron con sus profecías la espiral de muerte y terribles acontecimientos a lo largo de esta obra clásica.
Shakespeare las describe como ancianas decrépitas, de rasgos masculinos, con barba, algo muy parecido al estereotipo que encontramos de las brujas de piel verdosa, con verrugas y siempre buscando embaucar.
Bien sabemos que la España medieval no estuvo exenta de los horrores de la cacería de brujas, pero nos dejó una obra compleja y original en la que la magia y la brujería tienen un papel fundamental.
La Celestina, como popularmente se le conoce a la Tragicomedia de Calisto y Melibea, atribuida a Fernando de Rojas, narra la relación de una joven pareja y, sobre todo, el papel de la mujer que hace de alcahueta de estos enamorados, la bruja de nombre Celestina, que, con su magia, previamente contratada por Calisto, hechiza a Melibea para que se ésta se enamore perdidamente del susodicho al que antes rechazaba.
Esta obra, además de parodiar la tragedia romántica, le atribuye gran importancia a Celestina como personaje, de principio marginal (antes era prostituta) pero inteligente, conocedora del alma humana y sus debilidades, astuta y elocuente, siempre orgullosa de sí misma y de su oficio, hedonista por convicción, aunque su codicia sea la que la lleve a su fin.
No es sorpresa que la novela, uno de los grandes clásicos de nuestras letras, haya sido prohibida por la Inquisición.
Como hemos visto, la representación de las brujas se ha ido transformando a lo largo de la historia, con una apariencia cada vez más agradable y hasta glamorosa, y con un comportamiento aparentemente cambiado.
El clásico de las letras en inglés El maravilloso mago de Oz (1900), de Lyman Frank Baum, es un ejemplo importante de esta transición.
Las cuatro brujas que Dorothy conoce en su viaje por el mundo de Oz son representadas de manera diferente.
La Malvada Bruja del Oeste y La Buena Bruja del Norte contrastan enormemente tanto en apariencia como en personalidad. Mientras que la primera tiene una imagen más convencional con su piel verde y su castillo oscuro, la segunda se representa como bella y amable pero igual de poderosa.
Esta última descripción se ha incorporado con mayor fuerza a la cultura moderna a medida que el ánimo por las brujas ha pasado del miedo a lo desconocido a la fascinación por el poder que da la magia.
Finalmente, tenemos a un personaje que ejemplifica por completo el giro que en la historia ha tenido el término "bruja".
Quizá nadie haya hecho más para canjear la imagen de la bruja que J.K. Rowling, cuyos libros han vendido millones de copias en el mundo. En el universo de la saga de Harry Potter, "bruja" es un título libre de implicaciones históricas negativas, que sirve solo como la contraparte femenina del mago.
En la serie de Rowling, practicar las Artes Oscuras no es asunto particular de un género, ni tampoco las mujeres malvadas son de apariencia estereotipada, pueden ser igual de despampanantes o demacradas.
Y aunque evidentemente Harry Potter es indiscutiblemente el alfa y omega de esta saga, ningún otro personaje demuestra ser más inteligente, ingenioso, capaz y dotado que la joven Hermione Granger: "La bruja más brillante de su edad.
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.
El ritual de iniciación en la masonería y la muerte simbólica.
Antes conocido como Ritual de iniciación, desde hace 115 años los masones le dan la muerte simbólica al iniciado en la logia por medio del Rito de paso como un renacimiento en el conocimiento.
La masonería tiene existencia desde la Edad Media en Europa. Personalidades de las más altas esferas del conocimiento, en especial de arquitectos, le dieron a lo que se conoció en un principio como los francmasones. Este selecto grupo de "eruditos" guardaban con recelo los secretos de la construcción.
De ahí que uno de los principales símbolos sea el compás y la escuadra. Las normas secretas. La exclusividad de estos grupos dio origen a las logias de personas cultas con ideas renacentistas con bases del catolicismo muy fuerte que aún tienen vigencia.
La escritora, antropóloga social y doctora en historia de México, Raquel Ofelia Barceló Quintal, con el apoyo de la Universidad Autónoma de Hidalgo, reveló el Rito de paso al que los nuevos aspirantes a integrar una logia de la masonería deben someterse.
En su trabajo literario titulado "La iniciación, un rito de paso en la masonería: La muerte simbólica", detalla este ritual y el significado de la muerte y el renacimiento de una nueva persona, dividiendo su vida en un antes y un después de la masonería.
¿Qué es un rito en la masonería?
Según Barceló Quintal, un rito en la masonería "es el conjunto de reglas o preceptos con los cuales se practican las ceremonias y se confieren o se comunican los signos, toques, palabras y todas las demás instrucciones secretas de los grados masones", la investigadora también aclara que este concepto hace referencia al gobierno masónico; es decir, a quienes dirigen las logias.
"La masonería consiste en el perfeccionamiento del individuo, en la dirección de la humanidad hacia el camino perfecto y el armónico desenvolvimiento. De ahí que en cada crecimiento del masón se celebren varios rituales hasta alcanzar la perfección".
Toda persona o aspirante a ingresar el selecto grupo de eruditos de la logia, deben someterse a la celebración del ritual como parte obligatoria del ingreso a la sociedad masónica.
Se espera que el postulante deje el mundo ordinario, tradicional y mundano para aceptar y vivir de ahí en más bajo las reglas de la Logia a la cual pertenezca.
La muerte simbólica del iniciado en una logia de la masonería.
Cada sujeto se enfrenta a una muerte simbólica para renacer en nuevos conocimientos.
"El no iniciado debe morir y renacer con una nueva identidad que permite que los demás iniciados lo reconozcan como un igual, es decir, es una muerte representada que implica un renacimiento actualizado por el grupo", explica la antropóloga social de la Universidad Autónoma de Hidalgo.
Otros ritos de paso en la masonería según casa logia.
Cada logia tiene sus propios ritos y rangos de rituales según sea el nivel al que aspire llegar uno de sus miembros.
Gran Logia Unida de Inglaterra:
Rito Escocés Antiguo y Aceptado:
Rito Escocés Rectificado:
Rito de York Se divide en tres grados:
Rito Francés:
Masonería Egipcia:
La antropóloga social mexicana también menciona otros ritos, como el Rito de Emulación, el Rito de Perfección, el Rito Sueco, entre otros. Según el Diccionario Universal de la Francmasonería, se reconocen 154 ritos masónicos.
Los grados tradicionales o fundamentales que están presentes en la mayoría de los ritos son:
El texto señala que estos grados son esenciales y constituyen la base de la masonería en todos los ritos. Además, se destaca que el rito de iniciación es un rito de paso que debe llevar a cabo toda persona para ser admitida a una logia masónica.
Fases del rito de paso o ritual de iniciación en la masonería.
El Rito de paso para el iniciado en la logia masónica está dividido en 4 grandes etapas.
En el primer grado de la iniciación masónica, el candidato experimenta la muerte ritual simbólica, marcada por grados de crecimiento. Desde la verticalidad del aprendiz hasta la horizontalidad del compañero y la proyección cósmica del maestro. La iniciación es la transmisión espiritual y simboliza el descenso del espíritu sobre el iniciado.
2. Gabinete de Reflexión:
Algunos ritos incluyen el Gabinete de Reflexión, un lugar oscuro donde el candidato reflexiona sobre la vida y la muerte. Con elementos simbólicos como una calavera, espejo y platos con sustancias, representa la preparación para la muerte y el renacimiento.
3.Preparación para la Muerte y el Nacimiento:
El candidato enfrenta cuatro pruebas relacionadas con los elementos naturales. La entrada a la caverna simboliza la muerte y el regreso a la tierra. La venda en los ojos marca el primer viaje y el cambio de estado. La agonía en el Gabinete de Reflexión es seguida por la muerte simbólica y el renacimiento.
4. Margen o Fase Liminal:
Durante la liminalidad, el candidato, ciego y con cuerdas alrededor del cuello, realiza un viaje simbólico en la Logia. Desnuda ciertas partes del cuerpo y enfrenta pruebas relacionadas con los elementos agua, aire y fuego. La experiencia es comunicativa y llena de metáforas, representando una transformación.
5. Reagregación o Fase Post-liminal:
En la fase post-liminal, el candidato alcanza un estado estable con derechos y obligaciones en la Logia. Recibe símbolos como la punta de un compás sobre el corazón. Se incorpora a la Logia, adquiere nuevos atributos y realiza un juramento solemnemente.
La fase post-liminal en el ritual de iniciación implica la aceptación como aprendiz de masón.