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En una corrida de toros es necesario observar el toreo con la misma meticulosidad con la que se ejecuta este arte. Los aficionados tienen que conocer en detalle el porqué de las distintas suertes que se hacen delante del toro y saber el papel que juegan en el transcurso de la lidia. Dependiendo de la clasificación de cada suerte el espectador que ve una corrida puede evaluar el modo en que debe de ser usado y el valor que tiene su ejecución según las circunstancias en que se encuentra el torero. A base de estos conocimientos se puede evaluar en completo la importancia de la actuación de un torero y con ello el público puede pedir el/los trofeos de una forma más educada.
Después de clarificar las suertes según el tercio de la lidia en que se les ejecuta, de capote, de banderillas o de muleta se dividen normalmente las suertes según el papel que juegan en la lidia; si son adornos o fundamentales. Dependiendo de la clasificación de las suertes se puede juzgar la forma en que el diestro los haya aprovechado en su actuación y de tal forma evaluar su actuación en completo. Por ejemplo, una faena podría ser bella y lucida por contener muchos adornos y suertes lucidos, pero carecer de suertes fundamentales, en dicho caso la actuación del torero es de menos merito, aunque haya tenido mucha belleza, por lo contrario, una faena puede carecer de belleza plástica, pero estar basado en suertes fundamentales realizadas correctamente, por eso sería una actuación de gran mérito, aunque no ha tenido mucha brillantez.
Como se puede ver esta clasificación es muy importante en la comprensión de la tauromaquia y por lo tanto es también una clasificación muy concreta. Aun así, la valoración de las distintas suertes del toreo esta siempre abierta a una evolución paulatina y constante haciendo que al pasar los años el papel de las distintas suertes en la lidia puede variar considerablemente. Por ejemplo, hay suertes consideradas anteriormente como adornos que en el toreo actual han adquirido más importancia mientras que otras, considerados anteriormente como base fundamental de la lidia se han caído en desuso o su relevancia ha disminuido notablemente al pasar los años.
Estas alteraciones se deben principalmente a los cambios en la exigencia del público y también en los cambios experimentados en el toro que se lidia según las distintas épocas.
La suerte de parar al toro con el capote que hicieron los banderilleros es un ejemplo muy claro de cómo cambia la lidia al pasar el tiempo. Esta suerte consistía en recortar la embestida del toro con el capote antes de ir corriéndolo con el capote y sirvió para cambiar el estado del toro de levantado a parado, salía entonces el torero que pudiera lucirse con más brillantez ante el toro que se había parado. Esta explicación servirá muy poco para los aficionados más maduros que seguramente lo habrán visto en muchísimas ocasiones, pero para los más jóvenes es otra historia. Aunque parar al toro a uno mano era hace menos de medio siglo una parte fundamental de la lidia de todos los toros ya no se ve casi nada, ocasionalmente se ve a banderilleros correr al toro a una mano en el segundo tercio, pero pararlos de salida ya no se hace nunca.
Y de tal forma una suerte que antes era protocolaria se ha quedado en desuso total en menos de un siglo ¿Por qué? Sencillamente porque la lidia que requiere el toro bravo actual es totalmente distinta a la que requería el toro de hace cincuenta años y el público exige cosas totalmente distintas a lo que quería ver anteriormente. El toro que se lidiaba en otras épocas salía con muchos pies en el primer tercio y por lo tanto era necesario atemperar sus fieras acometidas para poderlo lidiar. Hoy, por lo contrario, el toro no tiene la misma fuerza y por lo tanto la misión del torero y su cuadrilla es cuidarle más en los primeros tercios bregándole menos con el capote. El público también quiere que sea el torero quien se enfrenta al toro “entero” y que el mismo lo domina, por eso es mucho más conveniente que sale el torero directamente a torear y se elimina esta suerte que, pese a ser de gran mérito y a veces muy lúcido, no tiene lugar en la corrida moderna.
Pero existen también suertes en los primeros tercios de la lidia, que, en vez de caer en desuso ha ido incrementando la frecuencia con la que se usa. La chicuelina por ejemplo, es un lance de adorno supuestamente inventado por Chicuelo quien los exportó de las corridas cómicas en las que había actuado antes de convertirse en matador de toros. Al conocer el origen de esta suerte los aficionados no lo tomaron en serio y lo consideraron como un lance de poco merito técnico que únicamente servía para florecer el segundo tercio. Aun así, la frecuencia con la que lo realizan los diestros actuales y gracias a toreros como Paco Camino y José Tomas que interpretaron la suerte en tandas y con los pies muy asentados además de bajar mucho los manos este lance de capote ha convertido en uno de los pases que más usan los diestros en el segundo tercio para lucirse en quites. Hoy en dia prácticamente todos los toreros incluyen este lance en su reportorio y cada uno lo realiza de una forma muy personal.
El último tercio es la parte de la lidia que más ha cambiado junto a la suerte de varas y con ello ha evolucionado naturalmente las suertes que se ejecuta dentro de ella y la forma de distribuirlas. Antes de la revolución taurina de Joselito y Belmonte (de 1915 a 1920) las faenas de muleta eran muy cortas, consistieron únicamente en colocar el toro en suerte para entrar a matar y esto se podía hacer habitualmente con menos de 10 muletazos. Este número tan reducido de pases con la muleta bastaba siempre para tener bien cuadrado al toro en el sitio idóneo para matarle y para hacerlo de una forma lucida que gustaba el público. Las faenas actuales pueden durar en muchos casos hasta diez minutos (lo máximo permitido por el reglamento). En este tiempo se espera que el diestro exhibe toda su técnica además de lucirse artísticamente haciendo que durante la faena de muleta experimenta un número muy elevado de muletazos.
Puede sorprender a muchos que debido a esto hay suertes de muleta que han terminado perdiendo importancia, entre ellos están los doblones. En la tauromaquia antigua era normal que el toro se había manseado y tomado la querencia en tablas al llegar al último tercio, aun así, el castigo que había recibido en la suerte de varas era siempre menor que la moderna al ser más pequeñas las puyas y más breves los encuentros. Por lo cual el toro tenía todavía más fuerza y sus acometidas eran más violentas obligando así al torero a tener que someterle más con la muleta para atemperar sus acometidas, facilitando el momento de entrar a matar. Los doblones eran pases ideales para resolver este problema ya que obligaron al toro a embestir largo y muy humillado. Toreando por bajo a los toros era un método muy efectivo para prepararlos para la muerte.
Pero hoy en día, con la puesta en moda del toreo en redondo la ejecución de los doblones suele ser únicamente para recibir ocasionalmente a toros que han conservado toda su fuerza en los primeros tercios y el diestro necesita atemperar la embestida para poder lucirse delante del animal. Enrique Ponce los sigue incorporando en su tauromaquia y los ejecuta al final de la faena, pero sirven ante todo para adornar su actuación y demonstrar al público como ha conseguido dominar a su adversario más que para facilitar la lidia técnicamente. En la faena moderna lo que más importancia tiene es el toreo en redondo. Pases como estas siguen teniendo su importancia en la lidia y son bien valorados, pero ahora los toreros aprovechan de ellos pensando siempre en poder lucirse lo más antes posible en el toreo al natural o en redondo con la mano diestra.
El pase natural se ha considerado como suerte fundamental desde los principio del toreo a pie, el derechazo apareció más tarde. Pero hoy en día casi todas las faenas están formadas por un mínimo de tres o cuatro tandas, en cada uno de ellos se ejecuta normalmente cinco pases en redondo haciendo que en casi todas las faenas hay alrededor de 25 pases en redondo. Esto pone en evidencia la gran importancia de estas suertes, son la base de la tauromaquia moderna y todos los demás pases que se hacen con la muleta son complementarios. Aunque el toreo en redondo siempre ha sido importante no hay duda de que su relevancia en el toreo ha ascendido considerablemente durante los últimos años. Algo que se debe principalmente a la aparición del toreo ligado en tandas ejecutados con una mano que llegó con la tauromaquia moderna. La importancia elevada de esta tauromaquia es increíble, no se ve en la actualidad, ni se ha visto desde Manolete ninguna faena que no está basado en este toreo. Hasta se puede considerar que su uso es casi abusivo.
En cuanto a los adornos de muleta se puede decir que con el molinete ha pasado algo parecido a la chicuelina. Este pase fue introducido por Juan Belmonte a principios del siglo pasado y servía para florecer la faena. Hoy en día eso no ha cambiado mucho, el sentido principal de este pase es adornar con garbo y torería la faena, pero ha crecido bastante su uso. Hoy en día toreros como David Fandila "El Fandi" no sólo aprovechan de este muletazo para dar belleza a otras tandas de muletazos, sino que realizan tandas de molinetes. Bien es verdad que estas series tienen ante todo un valor ornamental, pero en las formas que tienen de interpretar su tauromaquia algunos toreros ha aumentado notablemente la relevancia que tiene esta suerte a lo largo de los años.
Naturalmente la duración alargada de las faenas modernas y el cambio en las exigencias del público son los componentes que más han influido en esto y han producido cambios similares con respecto a otras suertes. Al estar basadas en series todas las faenas modernas el toreo de hoy está dotado de remates y suertes que sirven para dar fin a la tanda y alejar el toro del cuerpo del torero. Los pases de pecho, trincheras y el pase del desprecio son algunos de los muletazos que aprovechan los toreros modernos en todas sus faenas. Sin tener la importancia del toreo fundamental, son indispensables ya que sirven siempre para complementar las suertes consideradas como fundamentales. El pase de pecho casi se puede considerar como suerte fundamental ya que se usa actualmente para terminar casi todas las series dándolo una gran importancia y haciéndolo indispensable para concebir y practicar el toreo moderno.
A causa de las faenas alargadas también hay otras suertes que están adaptadas y usadas frecuentemente en nuestros tiempos que sirven para sacar todo lo que tienen los toros a lo largo de la faena. Al toro moderno se le exige duración y que no viene abajo a lo largo de toda la lidia, aun asi es importante recordar la dureza de la prueba a la que se somete al toro y por lo tanto muchos toros vienen abajo a lo largo de la faena, a veces por desgaste físico y en otras ocasiones por sentirse totalmente vencidos por el torero que ha dominado al animal.
En estos casos se ha puesto de moda lo que se llama frecuentemente “arrimarse” o “echarse entre los pitones”. Este toreo que practica mucho Miguel Ángel Perrera y que puso de moda Paco Ojeda resulta muy vistoso e impactante para el público por lo arriesgado que parece. Cuando Ojeda empezó a torear de esta manera parecía algo casi imposible tanto para el público como para otros toreros que quisieron aprovechar de su técnica, el toro de hace 30 o 40 años tampoco facilito este toreo como el toro moderno. A lo largo de las últimas décadas este tipo de toreo ha ido creciendo en popularidad y lo usan muchas de las figuras actuales para sacar partida a toros que no ofrecen muchas posibilidades de triunfo.
De tal forma considero yo que este toreo es un recurso moderno, no es ahora un concepto del toreo como antes lo fue porque casi todos los toreros lo practican algún que otra vez. Esta forma de torear permite a los toreros sacar muletazos (generalmente circulares invertidos, derechazos, ayudados y pases de pecho) a toros que se han parado muchísimo y requieren torearlos en las cercanías para provocarles la embestida, sirven además para rematar de forma lucida a buenas faenas a toros de gran calidad que por el excesivo número de embestidas se han venido abajo. Pero, teniendo en mente lo importante que puede ser este toreo, no lo veo bien que los toreros abusan de ello. ¿Qué pasa si el torero deja rozar su taleguilla los pitones de todos los toros? Al final la gente termina pensando que se puede hacerlo a cualquier toro y no le embista, da una imagen casi domesticado y obediente al toro que no puede tener, ya que cuando esto suceda el público termina quitando el mérito del toreo en general y el peligro tan real que siempre tiene.
A lo mejor he desviado aquí de la tema pero creo que en estas líneas ha quedado muy claro cómo evoluciona el toreo y las suertes que forman las tauromaquias de cada época según las circunstancias. Dependiendo de las exigencias del público, el tipo de toro que se lidia los diestros se ven obligados a alterar lo que hacen en el ruedo y de tal forma se pone de moda cosas más nuevas y lo que anteriormente era muy importante disminuye en relevancia, o hasta puede desaparecer. Estas modificaciones, lentas pero constantes son vitales para que la tauromaquia complazca los gustos de cada tiempo y sigue teniendo partidarios, sin estos cambios es muy probable que la tauromaquia hubiera desaparecido desde hace mucho tiempo. Comprendo que en este reportaje podrían extrañarse algunos del hecho de que no he mencionado aquí la suerte de varas, de todas las suertes es esta la que más ha evolucionado a lo largo del último siglo.
¿Cómo ha cambiado esta parte de la lidia? parece fundamental tener un ejemplo del primer tercio de la lidia ya que es uno de las cosas que más cambios ha sufrido a lo largo de las décadas.
A primera vista hay que evidenciar el cambio más grande, la creación del peto. En la primera foto que fue tomada a principios del siglo pasado vemos que el caballo no lleva ningún tipo de protección, sin embargo, la foto de este 2015 de la plaza de toros de Las Ventas muestra todo lo contrario. El peto fue implementado durante los años 20 y 30 del siglo pasado. En un principio fue una pieza muy pequeña de material dura que solo protegía la parte delantera del caballo. A lo largo de los años ha ido creciendo hasta llegar a lo que hoy es, una protección completa para todo el cuerpo del caballo. Gracias a dios la presencia del peto ha hecho desaparecer al completo la muerte de los caballos de picar que antes fue algo habitual.
Pero no solo ha cambiado el peto. Los buenos aficionados conocemos muy bien que las formas de ejecutar la suerte, la materia usada y sus consecuencias han evolucionado muchísimo. Pues con la presencia del peto el toro no derriba prácticamente instantáneamente al caballo, sino que pasa más tiempo empujándolo sin poder vencerlo. Esto ha causado que el efecto de cada puyazo es más notable ya que el toro recibe una herida más fuerte lo cual le agota más y le quita fuerza.
También han cambiado las puyas, los toros de antes no tuvieron la bravura para pelear mientras que recibían una fuerte herida y por eso eran más pequeñas las puyas. Hoy en día las puyas son más grandes pero el toro, por su bravura las acepta.
También ha cambiado el objetivo principal de la suerte de varas. Antes de la revolución de Belmonte a principios del siglo pasado los picadores eran las protagonistas de la corrida peleando contra la fiereza del toro armado con la vara y acompañado por su caballo valiente. Picar a los toros fue lo más importante en la lidia porque fue la gran prueba de la bravura del toro y como la faena solo servía para poner el toro en suerte para matarlo los picaron mucho para quitar la fuerza de los toros. En la actualidad es la faena de muleta el momento más importante de la lidia. Los aficionados de hoy no exigen que se prueba con exigencia a los toros en el caballo. Ahora, por lo contrario, los toros se pican muy poco para templar las embestidas sin quitarle la fuerza que necesita mantener para aguantar la faena.
Comentarios recientes
25.11 | 00:55
Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura
16.11 | 05:32
Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.
28.10 | 14:04
Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.
Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.
23.10 | 15:49
Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.